Modulo 4
Cuestionario
1. En términos de conceptualización, ¿qué es
la conciencia humana?
La
conciencia es el acto psíquico mediante el cual una persona se percibe a sí
misma en el mundo.
2. ¿Cuál es la finalidad de la existencia de la
conciencia en un individuo?
A través de la conciencia un individuo
consigue tener una noción de sí mismo y de su entorno; es uno de los elementos
que asegura la supervivencia de un ser vivo, pues le permite estar alerta a los
peligros y actuar en consecuencia.
3. ¿En qué consiste el proceso de concienciar, y
cómo varía según el individuo?
Este
proceso consiste en percibir el entorno a través de los sentidos y analizarlo
con la información que se tiene (las cuales fueron desarrolladas a partir de
las experiencias con las que el individuo haya tenido que enfrentarse), la
memoria. Si la conciencia de un individuo funciona del modo “adecuado”, las
valoraciones que éste hará sobre su realidad serán claras y le permitirán
llevar una vida estable; si por el contrario, dado que ha padecido determinadas
situaciones traumáticas, puede que su manera de entender en entorno no sea
lúcida y, por ende, tome decisiones que causarán desajustes en su entorno.
Puede decirse que la lucidez y claridad son sinónimos son para la psiquiatría
los aspectos que definen una conciencia sana.
4. ¿Qué se entiende por conciencia moral?
La
conciencia moral ordena a la persona, en el momento oportuno, practicar el bien
y evitar el mal. Juzga también las opciones concretas aprobando las que son
buenas y denunciando las que son malas, es decir, la posibilidad de ver
nuestros propios actos en relación con los planes de Dios.
5. ¿Cómo se relaciona la conciencia moral con la
ley de Dios?
La
voz de la conciencia no es siempre infalible, ni objetivamente es lo supremo.
La razón del hombre no puede interpretar por sí misma el camino del bien, sino
que tiene que valerse de la fe para dictar al hombre la norma de justicia
querida por Dios, mediante la revelación: el hombre justo --dice San Pablo--
vive de la fe. Porque Dios nos ha elevado al plano sobrenatural nos ha hecho
partícipes de su misma naturaleza divina. Por eso, por encima de la conciencia
está la ley de Dios.
6. ¿Cuáles son las clases de conciencia?
Con
relación a su concordancia con la ley de Dios, la conciencia puede ser recta o
verdadera y errónea. La conciencia errónea puede ser vencible e invencible. De
acuerdo al asentimiento que prestamos a lo que la conciencia nos dicta, ésta se
divide en cierta, probable y dudosa, según el grado de seguridad que se
tenga.
7. ¿Cuál es la importancia de la formación de la
conciencia, en especial para un hombre de fe?
Hay que formar la conciencia, y
esclarecer el juicio moral. Una conciencia bien formada es recta y veraz.
Formula sus juicios según la razón, conforme al bien verdadero querido por la
sabiduría del Creador. La educación de la conciencia es indispensable a seres
humanos sometidos a influencias negativas y tentados por el pecado a preferir
su propio juicio y a rechazar las enseñanzas autorizadas. Una educación de la
conciencia es necesaria, como es necesario para todo hombre ir creciendo
interiormente, puesto que su vida se realiza en un marco exterior demasiado
complejo y exigente. Añade el Catecismo que “la educación de la conciencia es
tarea de toda la vida (...) garantiza la libertad y engendra la paz del
corazón.” Por ello, la formación de la conciencia seguirá reglas parecidas a
las de toda formación. Sin embargo, a la hora de aplicarlas, no podemos olvidar
un dato importantísimo: lo que pretendemos al formar la conciencia no es
simplemente alcanzar una habilidad o desarrollar una facultad, sino conseguir
nuestro destino eterno.
8. ¿Qué es la conciencia moral? ¿Se puede formar la
conciencia?
Para poder entender el concepto de la conciencia moral, es necesario primero entender que es la conciencia. La conciencia es el acto “mediante el cual una persona se percibe a sí misma en el mundo.” El concepto de la conciencia puede ser abordado desde diferentes enfoques. Etimológicamente, la palabra conciencia proviene del latín, y se refiere al conocimiento que una persona tiene sobre sí misma. “Podría decirse que la conciencia es una especie de sujeto interior, que comprende las acciones que la persona va realizando e impone las normas morales de acuerdo con las cuales se manejará esa persona, las que suelen ser aprendidas y aprehendidas.” Por su parte, la filosofía establece que la conciencia es ‘la facultad humana para decidir acciones y hacerse responsable de las consecuencias de acuerdo a la concepción del bien y del mal.’ Desde el punto de vista de la filosofía, la conciencia viene siendo un concepto moral, y pertenece al ámbito de la ética.
Para poder entender el concepto de la conciencia moral, es necesario primero entender que es la conciencia. La conciencia es el acto “mediante el cual una persona se percibe a sí misma en el mundo.” El concepto de la conciencia puede ser abordado desde diferentes enfoques. Etimológicamente, la palabra conciencia proviene del latín, y se refiere al conocimiento que una persona tiene sobre sí misma. “Podría decirse que la conciencia es una especie de sujeto interior, que comprende las acciones que la persona va realizando e impone las normas morales de acuerdo con las cuales se manejará esa persona, las que suelen ser aprendidas y aprehendidas.” Por su parte, la filosofía establece que la conciencia es ‘la facultad humana para decidir acciones y hacerse responsable de las consecuencias de acuerdo a la concepción del bien y del mal.’ Desde el punto de vista de la filosofía, la conciencia viene siendo un concepto moral, y pertenece al ámbito de la ética.
La conciencia moral es la voz en el interior de cada individuo que nos
dice si nuestras acciones son correctas o incorrectas; ‘precisando un poco
podemos decir que la conciencia moral es la capacidad de juzgar las acciones,
no solo las nuestras sino también las de los demás, como buenas o malas.’
Existe una relación entre la conciencia moral y la religión. Como ya
mencionamos, mediante la conciencia moral el hombre decide que acciones son
buenas o malas, es decir, es el mecanismo mediante el cual el individuo juzga y
aprueba cada acción. De esta forma el individuo puede ver sus propios actos en
relación con los planes de Dios. La norma suprema de conducta es la ley divina,
y a través de la conciencia el hombre descubre si sus acciones encajan con lo
que Dios quiere. ‘En consecuencia la conciencia es norma próxima (subjetiva,
personal, inmediata) de moralidad, pero la norma suprema (objetiva) es la ley
de Dios.’
En base a lo expresado en el párrafo anterior, podemos afirmar que en
efecto la conciencia si se forma, y que esta formación es necesaria para le
individuo. El Catecismo recalca que “hay que formar la conciencia, y esclarecer
el juicio moral.” De la misma forma como trabajamos para superarnos en
distintas áreas de nuestras vidas, es necesario invertir tiempo y esfuerzo en
la formación de nuestra conciencia. ‘Una educación de la conciencia es
necesaria, como es necesario para todo hombre ir creciendo interiormente,
puesto que su vida se realiza en un marco exterior demasiado complejo y
exigente.’ Esta es una labor, que a diferencia de otras, dura toda la vida, ya
que nuestra conciencia es puesta a reto diariamente. Es importante notar que la
formación de la conciencia no es igual que otro tipo de formaciones en nuestra
vida cotidiana, ya que ‘lo que pretendemos al formar la conciencia no es
simplemente alcanzar una habilidad o desarrollar una facultad, sino conseguir
nuestro destino eterno.
9. ¿Cómo dirige la conciencia la calidad de las
acciones humanas?
La conciencia es la voz en el interior de cada individuo que nos dice si
nuestras acciones son correctas o incorrectas. Mediante la conciencia el hombre
logra la facultad de juzgar las acciones, no solo las propias sino también las
de los demás, y clasificar las mismas como buenas o malas. La conciencia es la
fuerza que orienta la conducta humana hacia la dirección correcta. Aquí debemos
hacer una pausa y reflexionar sobre la utilización de la palabra ‘correcta’ en
la oración anterior. Y es que si bien es cierto que existe una
conceptualización casi general sobre que es correcto e incorrecto, la
definición de una acción correcta o incorrecta puede variar enormemente entre
dos personas. Por esta razón es importante notar que la conciencia moral dirige
la acción humana de un individuo hacia lo que ese individuo en particular
percibe como la dirección correcta. Esta dirección varía de acuerdo a la moral
con la que cada persona rige su vida. La moral de cada individuo depende de
factores interiores y exteriores. Cuando los principios son impuestos desde
afuera hablamos de moral heterónoma o conciencia heterónoma. Mientras que
cuando la persona misma se los imponga racional y libremente, hablamos de
autonomía, de moral autónoma o conciencia autónoma.
Ejemplo concreto de como la conciencia dirige la calidad de las acciones
humanas: Un hombre va caminando atrás de una señora, y a esta se le cae un
billete de veinte balboas de la cartera. La conciencia del hombre sabe que lo
correcto es devolver el dinero, ya que quedarse con el mismo sería equivalente
a robar, y eso esta mal. La conciencia del hombre juzga la acción y de acuerdo
a esto el hombre actúa.
10. ¿Cómo define la filosofía el concepto de
la conciencia? La filosofía considera que la
conciencia es la facultad humana para decidir acciones y hacerse responsable de
las consecuencias de acuerdo a la concepción del bien y del mal. De esta
manera, la conciencia sería un concepto moral que pertenece al ámbito de la
ética.
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